miércoles, 25 de agosto de 2010

La casa enferma y la casa sana (nuevo)

Cuando hago mención a la casa enferma, me refiero a la vivienda que utiliza por demasía equipos y sistemas de refrigeración durante el verano y de calefacción para el invierno.
Este tipo de casas , prácticamente durante todo el año, ya sea porque hace mucho calor, o bien porqué hace mucho frió, tienen mayormente sus ventanas cerradas, no cuentan con un adecuado diseño y ubicación de las mismas, no tienen una correcta selección del tipo y calidad del cerramiento, esto por señalar algunos aspectos, impidiendo de esa manera el ingreso parcial y en algunos casos total de aire natural, brisas frescas o cálidas.

Por el otro lado, tenemos las casas sanas, las cuales considero mas naturales, ya que si bien en algunos casos cuentan con un sistema de acondicionamiento del aire, éste va de la mano de un diseño acorde a la situación particular de la vivienda, pudiendo permitir en muchos casos que brisas naturales de aire exterior ingresen a la casa, favoreciendo a la purificación y recambio del aire interior, como así también en algunos casos (para época invernal) es posible aprovechar la radiación solar, para contribuir al aumento de la temperatura del aire interior.

Cabe mencionar que tanto para las “casas enfermas” como para las “casas sanas”, existen también otros aspectos y situaciones particulares en una vivienda los cuales contribuyen a que se las denomine de una u otra manera, no obstante es un punto que excede el alcance del presente artículo.

Las casas “enfermas” y las casas “naturales o sanas” son desde sus génesis muy diferentes, esto se refleja en su imagen exterior. Las primeras se reconocen con facilidad ya que en sus fachadas abundan equipos para acondicionar el aire, con variedad de caños, como ser de electricidad, de líquidos y demás “adornos”. En cambio las casas “naturales” muestran sus fachadas más “limpias” y prolijas, pudiéndose ver quizás algún equipo para acondicionar la casa, pero en general se alcanza a interpretar que es una casa y se aprecian sus fachadas claramente, no se ve una “fachada con sarpullido”, como es el caso de las primeras.

La “casa enferma” y la “casa sana” son una realidad. Esta situación es aplicable también, salvando distancias y casos específicos, a los locales comerciales, en los cuales es muy importante la imagen que transmiten, pero es también de resaltar la alta incidencia en el consumo energético que lleva aparejado colocar en exceso equipos acondicionadores de aire.
Recorriendo la ciudad de Ramos Mejia, podemos apreciar que en muchas zonas, en especial el área céntrica, el perfil urbano que se observa comprueba dicha realidad.

Resulta más beneficioso, que previo a la intervención en un local comercial o vivienda, nuevos o por remodelar, se obtenga el asesoramiento profesional adecuado, para contar con un diseño acorde a sus necesidades concretas y el cual también contemplará un sistema de acondicionamiento optimo para cada circunstancia.

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