El movimiento en la obra se podrá materializar de muchas maneras. La más natural de todas es contar con la presencia del agua, con sus cualidades propias, su fluidez, su frescura, su pureza, su encanto y su quietud. El diseño que contemple el agua en su forma reflejará una expresión de vida, de constante movimiento y crecimiento, de frescura y de adaptabilidad al cambio. El agua es un elemento esencial para nuestras vidas y por ende para que conviva con nuestros diseños.
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