miércoles, 9 de junio de 2010

La obra simple


La variedad de herramientas y métodos que se puedan emplear para llamar la atención en una obra, nos dará indicios de con que nos vamos a encontrar pasando los umbrales de su acceso.
El exceso en la decoración y la ornamentación, es utilizado en muchas oportunidades imitando o en muchas de las veces tratando de imitar un estilo determinado o quizás buscando ser la visual predominante. Son pocos los casos en donde se observa una intención en resaltar los valores esenciales, como ser por ejemplo el de tener en cuenta aspectos culturales relacionados al sitio en donde se emplaza la obra.
Optar por ponerle un “disfraz” a la fachada, hacen de la obra, un elemento sin contenido y por consecuencia vacío por dentro. De ésta manera el edificio actúa como un ornamento urbano más, una construcción. Sin responder a la necesidad concreta y sin adaptarse al sitio, sino mas bien, actuando como un objeto que se “coloca” caprichosamente en el lugar. Dicho objeto se podría localizar en cualquier otro sitio, sin importar cual fuese, ya que el diseño no tuvo en cuenta a su entorno en ningún momento.

En la imagen vemos una iglesia situada en la ciudad de DF México. Su fachada la podemos encuadrar dentro del estilo churrigueresco.